Reconozco que el mundo de la literatura es mucho más complejo de lo que en mi gran inocencia jamás había soñado. Es este mundo un lugar muy duro donde hay que luchar día a día para no ser olvidado y poder seguir escalando hasta la cumbre. Creo que el secreto está en no rendirse jamás, en no abandonar por muchos obstáculos que aparezcan en el camino.
Admito que peco algo de inocente al no querer ser pesado en las redes sociales, lo sé, pero es que no soy capaz de estar bombardeando una y otra vez con post y más post sobre mí y mis obras. Tal vez se deba a mi carácter, a esa forma de ser en la que nunca me gustó destacar ni ser el centro de atención. Es por eso por lo que no me agrada mucho lo de tener que hacer presentaciones de mis libros. Supongo que es algo que tendré que ir cambiando poco a poco, pero pienso hacerlo a mi ritmo.
Sin embargo, he de decir que esto de llamarme escritor, aunque sea de tercera división todavía, es algo que me está dejando muchos buenos momentos, y la mayoría de ellos no tienen que ver con las ventas, de las cuales no puedo quejarme para nada, pero lo verdaderamente maravilloso es la gran cantidad de personas extraordinarias que estoy conociendo, todas vinculadas a la cultura en mayor o menor medida, y todas amantes de la lectura.
En unas pocas semanas vuelvo al ruedo con otro morlaco, esta vez cambio de género radicalmente, me paso del misterio al romanticismo. Me querrás en once semanas significará el comienzo de una nueva aventura, y estoy muy ilusionado con este proyecto, es una historia que me gusta mucho y que espero que guste a toda aquella persona que se anime a leerla.
Nos veremos... Un saludo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario